En los últimos 50 años, nuestro planeta ha sido transformado por una explosión de comercio global, consumo y crecimiento poblacional. Esto ha provocado un mal manejo de recursos naturales que afecta a las especies con quienes compartimos la Tierra.
Actualmente de todo el peso animal del planeta, el 60% se atribuye a animales domesticados, 36% a los humanos y solo el 4% al resto de las especies . En este 4% se encuentran todo tipo de animales desde ballenas hasta insectos. En estos últimos 50 años, las poblaciones de mamíferos, pájaros, anfibios, reptiles y peces del mundo han disminuido 68%. Los insectos se han visto tan afectados que en 2017 surgió el término “fenómeno del parabrisas” que se refiere a la disminución de insectos que chocan contra el parabrisas de los coches en comparación con años anteriores, y los estudios relacionados a este fenómeno concluyeron que los insectos están sufriendo un declive peligrosísimo que pone en riesgo a todos los demás seres vivos. Asimismo, la biodiversidad de las plantas también se ha visto afectada y se estima que hoy en día 1 de cada 5 está en peligro de extinción.
Absolutamente todas las especies juegan un papel importante en el ecosistema de la Tierra. La pérdida de biodiversidad es un problema ambiental muy grave que no solo afecta al medio ambiente, sino también a la economía, la sociedad y el desarrollo global
Algunas causas de la pérdida de especies silvestres (tanto animales como plantas) son:
Las gráfica de la derecha representa las causas de la pérdida de biodiversidad en América Latina y el Caribe. Las principales son por el cambio de uso de suelo, la sobreexplotación y el cambio climático.
La pérdida de biodiversidad es un serio problema por sí solo, pero se vuelve complejo porque interactúa y se exacerba mutuamente con el cambio climático. Al perder árboles, manglares, ballenas y otros animales, se libera CO2 a la atmósfera (uno de los gases que ocasionan los cambios climáticos acelerados que estamos viviendo hoy en día). Esto a su vez aumenta la vulnerabilidad de extinción de las plantas y animales porque no se pueden adaptar rápidamente a las nuevas condiciones climáticas.
Aunque en este momento el cambio climático aún no es el factor principal de pérdida de biodiversidad, se prevé que en las próximas décadas incremente su importancia . De hecho, se estima que 1 de cada 5 especies en el planeta está en peligro de extinción exclusivamente por el cambio climático. El primer ejemplo fue el caso de un roedor que solía ser endémico a la isla de Cayo Bramble, Australia. Melomys rubicola fue declarado extinto en vida silvestre en 2017 después de que no se encontrará ningún ratón en toda la isla, debido a que el aumento del nivel del mar y los eventos climáticos extremos redujeron drásticamente la vegetación de la cual se alimentaba este pequeño roedor.
Proteger y recuperar la biodiversidad es crucial para hacerle frente al cambio climático.
Es momento de hacer lo que está en nuestras manos para asegurar un mundo sano para todas las generaciones, tanto las que están como las que vienen.